¿Cuántas veces se te ha estropeado alguna comida por haberla dejado fuera de la nevera? ¿y por no envasarla o taparla correctamente? La correcta conservación de los alimentos es fundamental para nuestra salud. Que los alimentos se conserven el mayor tiempo posible y con todos sus nutrientes es algo que a todos no importa.
Hasta la llegada de las neveras, las fiambreras o “tuperware” y los conservantes alimenticios, la vida de nuestra comida era más bien corta. Los tiempos han cambiado y ahora podemos cocinar y conservar. ¿Cuántos preparáis vuestro menú semanal los domingos y lo mantenéis a lo largo de la semana? Lunes lentejas, martes merluza en salsa, miércoles garbanzos con espinacas…
1º Es importante leer todas las indicaciones de refrigerado o conservación de cada producto, no todos los alimentos tienen las mismas circunstancias. Cuando vayas al supermercado mira siempre la fecha de caducidad y elige aquellos productos que la tengan siempre más tarde.
2º La temperatura de la nevera más adecuada son 4 grados.
3º Con el fin de no mezclar sabores y olores separa bien los alimentos en los distintos estantes de la nevera.
4º Cuando vayas a la compra la mayoría de los productos están a una temperatura. Es importante que esa variación de temperatura en el desplazamiento a tu casa no sea muy larga porque romperás la cadena de frío y el producto puede sufrir.
5º Los alimentos cuanto más frescos, más nutrientes y más sabor.
¿Cuánto tiempo aguantan los principales alimentos en la nevera conservando su calidad óptima?
Dependiendo siempre del producto, pero la leche son 4 días si se trata de leche fresca, dos el tope.
Los embutidos y fiambres antes de que sus lonchas empiecen a secarse, tres días. La pieza entera siempre se conservará mejor que cortada.
El pescado es uno de los productos más delicados, más de un día pierde calidad y sabor, además es uno de los alimentos que más se nota.
El pollo si está limpio, se conserva un par de días y en el caso de las frutas y las verduras, todo dependerá del punto de maduración de las mismas.
En definitiva aunque a veces no somos conscientes, la importancia de la conservación es fundamental, primero para nuestra salud y segundo porque puede ayudarnos con el ahorro mensual.